15 enero 2005

Nietzsche

El miércoles pasado terminé un trabajo voluntario para la asignatura de Psicopatología. Se trataba de buscar un personaje famoso (real o ficticio) que hubiese padecido algún trastorno mental. Estuve buscando entre las biografías de muchos personajes de la historia pero no encontraba ninguno que reuniese los dos requisitos mínimos que yo misma me exigí: Que fuese alguien a quien admirase (de alguna manera) y que hubiese sufrido alguna psicopatología (en realidad este requisito no lo impuse yo). Finalmente alguien me dijo: "¿Qué tal Nietzsche?" Recordaba haberlo estudiado en C.O.U, y sí había oído algo sobre una sífilis, pero, ¿qué relación existía realmente entre Nietzsche y la psicopatología?
La respuesta me entusiasmó. Si hace varios años este autor había desmontado lo que fue mi edución hasta el momento y había conseguido remodelar mi sistema de creencias y la forma de interpretar el mundo, ahora me mostraba algo de su personalidad que no aparecía en ninguno de sus escritos ni en los libros de texto sobre filosofía.
Si queréis saber de qué os estoy hablando os recomiendo echar un vistazo al libro "NIETZSCHE. El águila Angustiada. Una Biografía." de Werner Ross.
Al parecer los datos recogidos después de su muerte, de sus escritos, cartas y de los "cuadernos de enfermos" de los hospitales donde fue ingresado, parecen confirmar que efectivamente padeció sífilis, llegando a sufrir su fase más dramática (la sífilis terciaria o neurosífilis). Esta enfermedad posiblemente fuera la causa de su confusión mental, su depresión y su demencia entre otros muchos síntomas. Me impactó saber de los delirios de grandeza de Nietzsche creyéndose Rey de Prusia o la esposa del compositor Wagner. Pero sobre todo, consigo hacerme una idea de cómo le afectó la enfermedad cuando leo que Nietzsche debía ser aislado por las noches en el hospital porque se comía sus excrementos, o los liaba en un papel y los guardaba en un cajón, tal como hacen hoy cientos de ancianos con demencia.

Descubrí el lado más humano de alguién que ha sido muy criticado por sus ideas, y sobre todo comprendí que esto no devalúa en absoluto su filosofía, pero transforma la manera de entenderla.