13 enero 2006

Neglect


Ayer la vi por primera vez, vino a visitarme en su silla de ruedas. Alguien la arrastraba para colocarla justo en frente de mi mesa. Nada más entrar en la habitación dirigió su mirada hacia mí, de una forma que me hizo sentir especialmente incómoda, era una mirada fija, severa, pero no penetrante, acompañada de un gesto de desaprobación, y sin embargo, era una mirada vacía, que andaría perdida por la sala de no haberme interpuesto, casualmente, en su trayectoria. A primera vista era una mujer joven, de unos 40 años, que hablaba de forma pausada pero comprensible. En esta ocasión su visita respondía a un problema personal, derivado de su estancia en el hospital pero ajeno a su enfermedad. Por cierto, me preguntaba cuál sería, ¿qué déficit neurológico podría tener esta mujer (la llamaremos H) para recibir los servicios de la psicóloga del hospital?

He de reconocer que tardé un rato en darme cuenta, hasta ahora he visto a varios pacientes y todos presentan problemas de lenguaje (por fallos en la articulación o en la comprensión), o bien muestran afecciones en su memoria o en otros procesos controlados por el ejecutivo central que son “fácilmente” detectables tras los primeros 5 minutos de conversación. Pero H no daba indicios de ninguna de estas cosas, tal vez una persistencia excesiva, una reiteración y obsesión sobre la misma idea hasta el colmo del hastío, comportamientos que me hacían pensar en un posible daño sobre el lóbulo frontal; todo sería más fácil si pudiese leer su informe, y si en él los médicos detallaran este tipo de “micro-afecciones” que no aparecen en los resultados de sus pruebas, y por ello, merecen, la mayoría de las veces, su indiferencia.

Algún miembro de su familia nos comentó que H, solía ser una mujer muy callada antes del accidente, sin embargo, ahora hablar se había convertido en su distracción favorita, y para practicarla no le importaban las características de su interlocutor ni lo que éste tuviera que decir. Seguía recabando información sobre ella, la que me permitía aquella situación tan extraña de visitar a un paciente por motivos ajenos a su “enfermedad”. La clave fue un gesto, una actividad que pasaría desapercibida en cualquier momento, pero tan llamativa como la que más: H bebió agua y a continuación quiso buscar el tapón de su botella que acababa de dejar sobre la mesa, para su extrañeza, ahora el tapón había desaparecido. En realidad los objetos no desaparecen por arte de magia y H no tiene poderes de los mal llamados “paranormales”, el tapón seguía estando exactamente en el mismo lugar que lo dejó, a la derecha de su brazo derecho. Ella recordaba que lo había puesto allí hacía sólo un par de segundos, por eso volvió su cabeza hacia aquel lugar, pero en vano, no lo veía porque ahora el tapón quedaba en aquel territorio al que su lesión había declarado hostil por pertenecer al hemicampo visual izquierdo. Así que preguntó: “¿Tienes tú el tapón?”. En seguida respondí: “lo tienes ahí, H, a la izquierda de la botella”. Entonces lo vio.

Su síndrome es conocido con el nombre de Heminegligencia espacial, y se define como el fallo para antender a un estímulo en el espacio extracorporal, y toca, además, el conjunto de actividades del paciente como el vestirse la lectura, la escritura, etc. Es un trastorno de la atención normalmente provocado por lesiones en el hemisferio derecho. Es, como muchas, una alteración muy particular, pues los órganos y vías sensoriales están intactos y sin embargo la persona parece no ver (oír, o sentir) aquellos estímulos que pertenezcen al lado contralateral a la lesión. Es el ejemplo que seguramente ya habréis oído en más de una ocasión, cuando le pones un plato de comida a un paciente con Neglect y se come sólo la mitad del plato, dejando la otra mitad intacta y protestando porque sigue teniendo hambre; o cuando un paciente se peina o se maquilla frente al espejo y lo hace sólo en la mitad de su cuerpo. A menudo en la consulta basta una prueba sencilla para detectar esta desatención, consiste en pedirle al paciente que realice un dibujo siguiendo la copia de un modelo que le ponemos delante, lo que ocurrirá si efectivamente el paciente ignora los estímulos visuales de su hemicampo izquierdo, os lo podéis imaginar: su dibujo quedaría mutilado.
Copia de un dibujo realizado por un paciente con heminegligencia espacial.


El caso de H, impresiona aun más. Ya es asombroso ver a una persona que si gira su cabeza inducida por una instrucción tuya ve algo que antes era incapaz de percibir, pero además, H se sienta en su silla inclinada sobre la parte izquierda de su cuerpo, como si también a ella la ignorase, su negligencia le lleva a girar la cabeza hacia la izquierda dejándola caer sobre su hombro del mismo lado del cuerpo. Es como si no percibiese que esa otra mitad de su ser también existe, como si no notase que está ahí y que se le está “cayendo”. Esa es la sensación que da, como si su cuerpo se escorara sobre el ala izquierda y las noticias nunca llegaran hasta el capitán, (algunos simplifican esto con el nombre de heminegligencia personal o hemisomatoagnosia, pero no entraremos ahora en el tema).

Afortunadamente H ha mejorado enormemente, cuando se le recuerda que antes iba mucho más inclinada, corrige su postura, cuando se le dice que ignora todo lo que está a su izquierda barre la habitación en esa dirección. Logramos que cada día se haga un poco más consciente de su particularidad, pero ella sigue pensando que somos unos pesados, y cuando recibe a sus visitas les explica cuál es su problema: “la psicóloga dice que no veo lo que hay a mi izquierda”.

18 comentarios:

infopoeta dijo...

Ahora que te veo postear... aprovecho para ponerte el link del wiki de la próxima quedada de bloggers de Granada: http://wiki.arkangel.info/index.php/I-MasaCriticayBlogs Aún falta por fijar el lugar y tal, pero parece que será sobre el día 27, a ver si miras por allí de vez en cuando (que se irá actualizando) y te vemos al fin en una quedada! :). Bueno, chao, un beso.

Anónimo dijo...

Hola Nerea, muchas gracias por tu comentario. Te había leído alguna vez que otra, pero mi despiste general me impide hacerlo con asiduidad. Me gusta mucho tu blog, cómo no. Las dos vivimos por lo mismo, parece.
Lo que me ha llamado la atención es que, con 22 años, tengas pacientes... eso me lo tendrías que explicar con más calma.
Un beso fuerte, volveré.

Nere dijo...

InfoCreo que casi siempre eres el primero en escribirme cada vez que publico, eso merece un GRACIAS enorme por estar siempre ahí. Me pasaré por el enlace que me has dejado para enterarme con más detalle de esa quedada. Un beso y bienvenido a casa.

Psicóloga? Te he enlazado a mi blog, porque yo también llevaba tiempo sin leerte porque no recordaba tu dirección, de esta forma me garantizo no volverla a olvidar. Por el tema de manterner la intimidad de los pacientes y todo aquello del código deontológico que ya conoces, no puedo dar más información, pero para responderte a tu pregunta creo que basta con decirte que sólo estoy de prácticas. Espero tener pacientes pronto, pero como mínimo tendrá que pasar un año para que me dejen intentarlo.

Un beso.

Ana María dijo...

Nere, menos mal que la psicología avanza mucho y puede ayudar a mucha gente que hace unos años se les apartaba porque no tenían arreglo.

¿Te he contado que mi hija quiere hacer psicología? :))

Nere dijo...

Buenas noches Maruja, ya me gustaría a mí que la psicología avanzara mucho más deprisa de lo que lo hace, o mejor dicho mucho más consolidada. De todas formas hay gente muy competente trabajando en esto y seguramente gracias a ellos mi trabajo resulte mucho más fácil en un futuro que espero sea temprano.

No sabía que tu hija quería estudiar psicología. Estoy segura de que si al final se decide a hacerla disfrutará mucho con la carrera. Ya sabes todo lo que se haga con vocación...

Sobra decirlo, pero si ella tiene cualquier duda ya sabes que me tienes a un pasito de tu casa y mucho más cerca con el mail.

Un beso.

Anónimo dijo...

Me ha resultado muy interesante la historia, no conocía la existencia del síndrome que describes, pero me hace pensar en todo lo que nos queda por aprender acerca del cerebro.

Anónimo dijo...

Yildelen. Si, nos queda mucho que aprender del cerebro, pero vamos en buen camino, poco a poco conocemos más el porqué de las cosas, su base fisiológica, una base que nos ayudará a entender y solucionar problemas como el que describe Nere (como siempre de una manera muy entendible)

Saludos.

infopoeta dijo...

Bueno, antes no lo dije, pero yo también desconocía esa afección que cuentas, la verdad es que es sorprendente.

De nada por pasarme, en realidad no tiene mucho mérito, no es que pase a diario para ver si hay algo, sino que por bloglines.com me entero de cuándo tienes post nuevo O:-). Y ahora me pasaba... para avisarte de que han adelantado la quedada al día 20 (o sea, este viernes) a las 20:30 de la noche, quedando en plaza Bib Rambla junto a la esquina con Zacatín, que parece que coincide con una juguetería. Bueno, chao!

Nere dijo...

Info la verdad es que me encantaría asistir a la quedada del viernes, entré en wiki y me enteré de todo, pero me es imposible pasarme ese día a esa hora. Si hubiese sido por la mañana, o por la tarde (más temprano)... En fin, estoy segura de que habrá una próxima y entonces si que no me perderé a unos cuantos bloggeros de granada que ya tengo ganas de conocer. Un beso.

Yildelen, me agrada verte por aquí, y tienes toda la razón en que aun nos quedan muchas cuestiones que esclarecer acerca de esta misteriosa estructura que puede con el control de toda nuestra vida.

Kaft, a ver si te animas a postear que algunos lo esperamos como agua de mayo. ;) Un beso.

carmel hassan dijo...

Cada vez estoy más convencida, somos nuestra propia trampa. Hay que dar gracias y hacer un esfuerzo por controlar todo lo controlable y no dejarnos vencer por nuestra traición.
Me basta con tener a alguien que me recuerde que lo que hay a mi izquierda también existe.

¿te he dicho que me encanta tu blog?

Muchos besos.

Anónimo dijo...

¡¡Hola Nere!!
Muy interesante el caso de H, cuanto más si ella es cada vez más consciente de su dolencia y la intenta suavizar. Aunque debe ser duro tener que estar las 24 horas del día autodisciplinándote, es asombroso.
¡Muchos bsos Nere!

Nere dijo...

Gracias a las dos (^_^)

ReinaMora, ¿qué quedamos que te daría por decir esa frase sobre mi blog? Te mando un beso enorme, espero que todo te esté yendo muy bien.

Anónimo dijo...

Hola!no me conoceis,ni yo te conozco,leer lo objetiva que eres me basta para saber o para hecerme un juicio previo de tu integridad como profesional,al punto,jeje,sabes yo lidio con pacientes,solo que en otra area de la salud,odontologia,hay una palabra al principio de tu post que me concierne,te cito"desaprobacion",ocurre que en ocasiones llega algun paciente que me mira y me hace pensar que hay desaptobacion,eso me descotrola un poco,o mejor yo permito que asi sea
lo que deseo es que me deis una herramienta de la cual me pueda valer para desinstalarme de tal cuadro pues en realidad paso de estar centrado a descentrado,y eso mi amiga interfiere con mi trabajo.
Se que el blog no es tu consultorio,pero humildemente te pido me deis la ayuda que te pido,te dejo mi web,porsi decides ayudarme.
Muchas gracias Marcos

Anónimo dijo...

A mí me gusta la psicología, me habría gustado estudiar algo así... pero me decanté por lo "práctico". Curioso lo que cuentas en esta entrada en tu blog, siempre se aprende algo. Saludos.

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog.
Con respecto a tu post, me quedé pensando...cuantos caminamos por la vida sin padecer esa enfermedad pero es como si la tuviermos por que tal vez pecamos en algunos momentos de no mirar mas alla de nuestras narices.
Besos

Anónimo dijo...

Hola, mi nombre es Priscilla y estoy haciendo una investigacion acerca de la hemisomatoagnosia o heminegligencia. Busqué en los libros de neurofisiología ,psicopatologia y neurociencias de la Facultad de Medicina (de Nuevo León), pero no encontre el material que necesito.

Estaba leyendo que además del nombre (hemisomatoagnosia o heminegligencia) mencionas por ejemplo: lesión en el hemisferio derecho o el concepto Neglect, no se si puedas recomendarme algún autor o alguna investigación relacionada ya que en la literatura que he manejado solo se refiere a la hemiplejia y no es lo que busco :)

Te mando un saludo y agradezco tu ayuda enormemente.

prikzilla@hotmail.com

Anónimo dijo...

Hola Nerea!
Muchísimas gracias por enviarme la información acerca de la heminegligencia.

Estaba leyendo y comentando con un compañero la prueba del dibujo de la bicicleta a lo cual el me respondio que la heminegligencia también podía ser llamada "hemiinatención" y bajo ese nombre la información que he encontrado es muchísima mas. Yo pienso que es un sinónimo mas común de la heminegligencia.

:) Muchas gracias por el apoyo!

además quiero felicitarte por crear un Blog tan interesante y hacer de las cosas serias algo ameno.

Nos vemos

emeleqú dijo...

Hola, te cuento q estudié psicología y actualmente esoy haciendo un post grado en Criminología, me interesaría saber si existe la posibilidad de que uno de estos pacientes tenga un impulso agresivo?, ¿la lesión es solo del lóbulo frontal?

atte

mlqu