03 febrero 2005

Mis Memorias

Al salir de la ducha oí una música que me era familiar, se trataba de un disco que en otro tiempo había sido de mis preferidos. Tardé un par de segundos en orientarme, situarme en la canción que en ese momento sonaba, y apartir de ahí las letras salieron solas.
¿Cómo podía recordar con esa precisión las letras de estas canciones y de otras tantas que llevo años sin oir?
Empezé a pensar en el potencial de la memoria humana.

Si alguna vez nos preguntaran acerca de la capacidad de nuestra Memoria a Corto Plazo (MCP), responderíamos probablemente con el "número mágico" (7 ± 2). Esta capcidad generalmente se evalúa con la tarea de amplitud de dígitos. En esa tarea se presenta una lista de dígitos que la persona debe memorizar en el mismo orden. Se suele comenzar presentando 3 dígitos y poco a poco se aumenta la complejidad de la secuencia. La ejecución en estas tareas ha mostrado que efectivamente parece que nuestro rendimiento medio es de 7 dígitos.

El interés por la evalución de la capacidad de memoria, surgió en el siglo XIX con el objetivo de diferenciar entre aquellos niños que podían aprovecharse de la enseñanza y aquellos que obtendrían peor rendimiento.

En el año 1982, Erikson y Chase se interesaron por saber si se podría mejorar la ejecución en esta tarea de amplitud de dígitos. Tomaron a un grupo de personas como sujetos experimentales y les entrenaron en la tarea de amplitud de dígitos durante 6 meses. Al cabo de dicho periodo hubo una persona que logró recordar 81 dígitos en orden secuencial.

¿Quiere decir esto que podemos ampliar la capacidad de nuestra MCP? Técnicamente no. El secreto de este señor era su estrategia, utilizaba su conocimiento de marcas de atletismo para organizar los números que se le presentaban y de esta forma acceder a ellos de una forma más eficaz. Más o menos así: "1, 5, 6, 3, 2" para este experto en atletismo se convertían en: "1 min. 56 seg. 32 mils. Record mundial de atletismo del año..." De modo que finalmente S.F (que así se llamaba), sólo tenía que recuperar 6 ó 7 claves que daban acceso a los 81 dígitos. Sorprendente, ¿no?

S.F utilizó el conocimiento almacenado en su MLP (Memoria a Largo Plazo), y con esto demostró que con la tarea de amplitud en realidad no estamos midiendo sólo la capacidad de MCP.

Finalmente los investigadores parecen haber llegado a un acuerdo, el promedio de capacidad de la MCP sin el influjo de la MLP es de 3 elementos.

Esto está muy bien, explicaría por qué me cuesta tanto recordar un número de teléfono desde que lo miro en la guía hasta que lo marco. Pero ¿qué pasa con la MLP?, ¿Por qué cuando tengo la cabeza a punto de estallar durante el periodo de exámenes y pienso que no es posible meter nada más dentro de ese desordenado cajón, llega una canción y devuelve a mi consciencia cientos de letras que ya creí olvidadas?

No parece haber un acuerdo respecto a su capacidad, ni contenidos, ni modos de acceso. Lo único que parece mayoritariamente aceptado es que no podemos hablar de una sola MLP, sino que está integrada por diferentes sistemas que comparten ciertas características comunes.
Habrá que investigar más sobre el tema, y también sobre cómo acceder a esta información, íntimamente ligado a la forma de almacenarla (estudiarla y aprenderla) que empleemos.

A partir de todos estos datos imagino que cuánto más información añadimos a nuestra memoria más la desarrollamos, con lo que aumentamos nuestro potencial de almacenamiento. Claro está que meter un montón de datos inconexos no sierve de nada, debemos ser un poco como S.F. y trabajar con ellos organizándolos y empaquetándolos.

Mientras tanto doy vueltas a una idea que ingenuamente me hace pensar que tengo alguna posibilidad en estos exámenes; Porque si el aprender nuevas canciones no elimina a aquellas abandonadas desde hace tanto tiempo, entonces, en teoría (y sólo en teoría) estudiar para varias asiganturas a la vez es posible, y podría dejar de creer que todos estos años de carrera no han aportado nada visible a mi vida (excepto un expediente que aún no sé para qué sirve).

Por cierto, creo que es el momento de comprobar que no existen agujeros en el bolsillo de mi memoria.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto! Soy incapaz de recordar un número de teléfono si no uso reglas mnemotécnicas asociando a cada par de cifras un significado o una operación matemática simple.

Ejemplo: 678 47 52 06... a ver, se me ha ocurrido ahora mismo... lo intentaré.

678 (Este es fácil, todo seguido, todos los móviles empiezan por 6 y este sigue a partir de ahí, 6, 7 y 8)

47 (Umm, a ver a ver, tiene que ser algo sencillo de recordar. Ya lo tengo, este es Sete Gibernau, lo se, no lleva el 47, pero a quedó por detrás en el Mundial, y Rossi, que quedó primero, lleva el 46)

52 (Ok, mi edad al revés)

06 (El número termina como empieza, con el 6)

También tengo que recordar el orden... lo de Rossi va primero, y termina como empieza.

Ahora sin mirar arriba... 678 47 52 06!

Hay que hecharle imaginación, y debe ser la propia de cada uno, claro, como al recordar las canciones preferidas.

No siempre es fácil encontrar algo rápido de recordar, pero a mi me sirve esto bastante. En mi trabajo tengo que memorizar a veces muchos códigos y cifras, y aunque reconozco que tengo bastante mala memoria, sobre todo a corto plazo, no se porqué, de esta forma puedo recordarlos hasta cuando dejo esa tarea y al cabo de unas semanas me preguntan acerca de algún código o cifra.
¿Supongo que esto es parecido a lo que hizo ese tal S.F?

PD: Todavía me acuerdo del número, 678 47 52 06, preguntadme mañana, jeje.

Me encanta como escribes, sigue así.

Ale

apropositode dijo...

Como te ha salido un post tan largo, ya no recuerdo lo primero que leí ;)

Me ha recordado un chiste (muy malo, no me peguéis):

-"Mi niño es muy listo, con un año aprendió a escribir y leer y con cinco ya hacía raíces cuadradas"
-"Pues el mío es aún más listo. Se sabe todos los números de la guía de teléfonos"
- Ah, ¿sí? ¿de memoria? O_o
- No, entendiéndola.

Saludos,

carmel hassan dijo...

Sólo hay un problema con la MLP y es que si te pones ahora a estudiar no te acordarás de nada hasta la 3ª o 4ª convocatoria. Pero ánimo, de verdad, muuuuucho ánimo ;)

Anónimo dijo...

Yo no me puedo quejar: en esto de los tipos de memoria a largo plazo, he salido favorecido. Mi M.L.P. tiene una ventaja perfectamente trivial en cualquier otra circunstancia...pero genial para lo que yo hago: me acuerdo muy bien de los nombres. No me acuerdo de las caras, ni de las situaciones...pero sí de los nombres. Gracias a eso, parezco muy culto. En realidad, he leído muchísimo menos que la mayoría de la gente que conozco, pero yo me acuerdo de los títulos y los autores y ellos no. Y de esa forma, escribiendo o hablando, parezco un tipo con una buena cultura general ;-). He de dar gracias a la Madre Naturaleza...
besos

luis muiño

Nere dijo...

Uff, ya estoy de vuelta. ¿Os podéis creer que hasta os he echado de menos? (^_^)

ReinaMora, creo que no has elegido un buen momento para "animarme" con tu comentario. ¿No podías haber esperado a que terminara Febrero? ;)

Luis, tienes suerte al menos te sirve para algo, mi MLP no recuerda nada, la de trabajo si funciona muy bien, saco buenas notas en los exámenes, pero a cambio soy incapaz de recordar ni siquiera el temario al cabo de dos semanas. Un fraude.

Mucho Besos a los dos

Anónimo dijo...

Desde unos años hasta hoy en día, ya no puedo hacer alardes de potencia, tanto memoria como rapidez lógica, pero antes mi memoria era un instrumento de gran calibre, a pesar de que nunca llegue a controlarlo del todo, recuerdo que de pequeño competía desde la acera de mi bar, allá en mi querido arrabal del viejo Lugo, con quién tuviesese a bien enfrentarse en la justa lid de memorizar las matriculas de coche que pasaban por delante de mi tabernilla. Tengo algunas buenas marcas, una vez llegue a 10, por supuesto con los trucos que todos sabemos y de los que ya habeis hablado, pero aún así no está mal ¡Qué tiempos aquellos! Sobre todo tenendo en cuenta que ahora soy incapaz de leer dos páginas de un manual de economía sin perder el hilo por completo hacia la mitad de la segunda... ¿será la edad? Dicen que a partir de los veinte es todo cuesta abajo :P

Nere dijo...

Barret la verdad es que es todo un logro recordar las matrículas de 10 coches, porque si tenemos en cuenta que había que memorizar 4 números más la letra serían 50 dígitos los que memorizaste. Lo que no está lejos de la proeza del protagonista de esta historia. Claro que probablemente tú no tendrías que recuperar las matrículas siguiendo un orden (quizás sí).

El caso es que como muy bien dices a partir de los 20 perdemos facultades, así que es el momento de seguir apostando con amigos mayores antes de que la biología nos juegue una mala pasada. ;)

Anónimo dijo...

Las letras no contaban, solo números, con los que resulta comparativamente más fácil hacer relaciones lógicas como las que comentais, aritméticas o algunas más enrevesadas, para tener que recordar los mínimos datos posibles y luego extraer los otros, como una base de datos relacional. Eso y una buena memoria fotográfica son el quid. El orden es fundamental para reproducirlas, y algo de tiempo para ordenarlas o codificarlas. Con pocos números es fácil, pero aquello fue toda una sorpresa. Aunque las letras en Lugo eran fáciles también cuando yo era enano... :P
De todas formas quiero insistir en el carácter episódico y espontáneo de estos sucesos, ya que me han ocurrido pocas veces que yo recuerde. El caso más escandaloso que me ocurrió fue el conseguir meterme en la cabeza de forma muy fideligna (sin putos ni comas ni cosas de esas) cerca de cien folios de mi asignatura de historia económica en hora y media. Aquello ,aparte de mi salvación en ese parcial, fue asombroso, aún es hoy el día que me acuerdo del esquema y contenido de ese tema. Supongo que los sicólogos tendreis nombres para estos sucesos, yo simplemente les llamo... y ellos ya rara vez me hacen caso, maldita sea mi suerte.

Nere dijo...

Pues la verdad es que ahora mismo no se me ocurre un nombre para lo que pasó en tu examen...umm...
¿suerte? Lo cierto es que puede sorprendernos la capacidad de nuestro sistema de aprendizaje (el nuestro interno, se entiende, no el impuesto por el gobierno que ese deja mucho que desear ;)). A lo que iba es todo un record prepararse un examen una hora antes y más si es bastante materia, pero a veces bajo presión trabajamos y rendimos mejor.

Es lo que comentamos a las personas que padecen ansiedad. La ansiedad es un estado de activación y tensión, es adaptativa y por lo visto es la responsable de que aprobemos los exámenes (ella y 21 años de socialización que nos inculcan que estudiar es lo correcto).

Así que es posible que vuelvas a experimentar algo parecido cuando realmente dependa de ello algo importante para ti, a pesar de ahora parezca que no te hacen demasiado caso...

Anónimo dijo...

¡Pues va a existir una relación inversa entre el empeño que se le ponga y la persitencia de los datos en la memoria! Por que yo, que no me esmeraba nada en mis estudios (y así eran los resultados), recuerdo mil detalles académicos que compañeros más aprovechados de aquella, hoy no recuerdan ni remotamente.
Y, sin embargo, las cosas que entendí, aprendí y memoricé exitósamente años más tarde, ya soy incapaz de rememorar :D

Nere dijo...

(^_^)jjj, ese es otro cantar Hermione, a mi me sucede justamente lo que comentas. Saco muy buenas notas pero la información ha desaparecido por completo justo después del examen. En cambio mis amigos, o mi padre sin ir más lejos, era de los que sacaban un cinco raspailo pero ahora a sus 47 años es de las personas más inteligentes y con más conocimientos que conozco. Preferiría haber sacado esa habilidad en lugara de tener una memoria que cuando llega el momento de la verdad siempre me deja en eviencia.

Saludos.

Anónimo dijo...

Jajajaja, muy buena reflexión... la verdad es que me encantó que nos hayamos encontrado, a pesar de andar así por la vida (mi yo y mi ello juntos), tengo ganas de volver pronto a escribir a ese rinconcito de mi alma... espero nos mantengamos en contacto...
Un besote

Nere dijo...

Gracias por tus risas Susi, también a mí me gustaría pasar por ese rincón del que hablas y ver que has regresado.
Para lo que quieras ya sabes cual es mi email :)

Muchos besos

Anónimo dijo...

Vaya, cada vez que me sumerjo en esta página descubro cosas más interesantes. Me parece que voy a visitarla muy a menudo.

En cuanto al tema de la memoria (aunque veo que ya es un tema que habéis zanjado) me apetece contar mi caso.

Yo siempre he tenido una memoria bastante buena, sobretodo a la hora de estudiar. Recuerdo que fui capaz de memorizar un libro entero de economia casi al pie de la letra y sin pasar por clase. No estuvo mal, fue una experiencia interesante. Pero por otro lado soy incapaz de acordarme de titulos de canciones, artistas, o incluso los personajes de los libros que leo, al poco tiempo se me olvidan (buenos casi todos).

Quizá con el paso de los año he ido perdiendo capacidad de atención y tengo la cabeza más llena de otras cosas.

En fin. Un saludo o todos.

Nere dijo...

Hola de nuevo Kaftrado, me alegra que quieras pasarte por aquí más a menudo. Los temas permanecen eternamente abiertos, así que me parece estupendo que quieras aportar tu experiencia sobre el tema de la memoria.
Yo crero que esto ya se lo comenté a barret, unos cuantos comentarios más arriba, la capacidad de nuestra memoria es todo un misterior, y aun lo es más la cantidad de variables que influyen sobre ella y la hacen más o menos eficaz. En esta línea, por ejemplo se ha estudiado mucho el papel de las emociones sobre la memoria y es un tema bastante interesante, quizás me anime pronto y sea mi próximo post (acabas de inspirarme, Kaft, ¿ves como es bueno que reabras debates?)

Lo mejor es manetenernos cognitivamente activos mientras podamos, "la reserva cognitiva" que le llaman los neurólogos puede ser un factor de protección ante el desarrollo de una demencia tipo Alzheimer. Así que ya sabes, aunque parezca que cuesta un poco, hay que seguir exigíendole trabajo a nuestra memoria, nos lo agradecerá en un futuro. ;)

Saludos Kaft