01 abril 2005

¿Quien está enajenado?


Pensando en escribir acerca de la Enajenación Mental Transitoria (EMT), empezé a dar vueltas al asunto de la cantidad de personas que se intentan acoger a este "diagnóstico" para que se les exima de sus responsabilidades civiles y, sobre todo, penales. Quería plantearos si estais de acuerdo en que matar por un "arranque de celos" se saldara sin pena judicial porque el acusado perpetuó el hecho bajo un estado de "ceguera pasional" (en otras palabras porque sufrió EMT). Es cierto que a estas personas se les exime de responsabilidad y por tanto de culpabilidad, son considerados por la justicia como inimputables, por lo que no deben somertese al castigo de cárcel (única medida "restitutiva" que conoce nuestro sistema penal). Pero si bien no es responsable de cara a la justicia, ésta sí le considera potencialmente peligroso. La EMT se define, como su propio nombre indca, como un estado pasajero durante el cual quedan abolidas las capacidades intelectivas y volitivas del sujeto. Según diversos autores (Rodríguez y Ávila, entre ellos), la enajenación debe curar sin dejar secuelas. Entonces me pregunto: ¿No se está contradiciendo el sistema judicial cuando dictamina EMT y luego pide tratamiento para este sujeto?

Todos sabemos que existe más de una contradicción en nuestro sistema de justicia, por ejemplo, el otro día intentábamos dar en clase una definición de delito (al final creo que nos quedamos con algo así: "un delito es una acción u omisión que se considera perjudicial para el bienestar público, la moral pública o para los intereses del estado y que, por tanto, está legalmente prohibida"). Ahora bien, ¿realmente juzgamos las acciones de las personas?, es decir, ¿lo importante son las conductas?. Pensad en lo siguiente: haber estado tomando alcohol se considera un atenuante cuando se juzga un delito de asesinato, pero es un agravante si la víctima fue el resultado de un accidente de circulación.

¿Qué es lo que interesa controlar al estado?

Estoy realizando un trabajo para clase en el que tengo que abordar el tema de la delincuencia desde el punto de vista de la víctima. Leí un artículo que, defendiendo esta postura, mencionaba algunas importantes carencias del sistema judicial de cara al trato con las víctimas. Ellas son fundamentales para iniciar el proceso judicial: si no hay denuncia no se puede poner en marcha el proceso (a veces tampoco lo hace aunque tal denuncia exista), sin embargo, a partir de ahí la víctima sólo volverá a ser requerida si el fiscal necesita un testigo.

Ya que aparece la figura del fiscal podemos también preguntarnos a quién representa éste, ¿a la víctima? no, el fiscal representa al estado y ¿vela por el interés de la víctima? personalmente no lo creo, de hecho ya habéis visto lo que el Artículo 10 del Código Penal contempla como delito.

Sobre el tema de la justicia se abre un gran debate, ¿por qué un gran porcentaje de víctimas que denuncian un delito terminan sintiéndose defraudadas con el sistema judicial? Este sentimiento de insatisfacción sería extrapolable al resto de la población, como se muestra en el hecho de que sólo un tercio de los delitos acontecidos sean denunciados, nuestras expectativas acerca de la eficacia de este sistema judicial son bastante bajas, y mejor que no nos hagamos ilusiones porque después nos hacen responsables de nuestra insatisfacción por haber esperado demasiado de ellos...

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que a veces nos perdemos en las palabras y si bien simplificar demasiado afecta, procurar entrar en detalles excesivo me parece peor. De esa definición de "delito", por ejemplo, me surgen muchas preguntas como ¿definición de perjudicial, bienestar, moral pública, intereses del estado? Si dependemos de esto y de que más allá de "justicia" los abogados procuran ganar su caso para bien de sus egos, bolsillos o compañías (que viene a ser lo mismo, siempre podrá salirse por la tangente, elusión por lagunas de no definiciones o ambiguas estas.

Quizás si como sociedad se inculcaran más valores de tolerancia y respeto, aprenderíamos desde la cuna a no sentir esos impulsos violentos de golpear y matar que a veces sentimos ante algo tan banal como que un auto se nos atraviese en el camino.

Ahora mismo, ayer, ha muerto una mujer en EU llamada Terri Schiavo y aunque quizás no venga a cuento con tu post, es un ejemplo de indefiniciones, no querer vivir incapacitado no tenía que presuponer dejarla morir de hambre y sed. Me gustaría que las cosas fueran menos complejas, me pierdo en tanta ley y análisis. Un beso y encantada de volver. Ayer blogia estaba caído.

Nere dijo...

Encantada por el regreso...
Esa definición de delito (similar a la propuesta por el Código Penal) está repleta de términos ambiguos como tu dices, yo creo que cuando no queremos o sabemos explicar un fenómeno recurrimos a la ambigüedad para no pillarnos los dedos. Lo lamentable es que esto lo hagan personas que se suponen especialistas en el asunto y que consumen nuestros fondos en "mejorar" y "desarrollar" el tema.

Anónimo dijo...

Muchas cosas(y complejas para comentarlas en breve) planteas a un tiempo,Nerea:bien por tí ,en serio.
La cuestión de la entrada del psicopatólogo en el ámbito forense parece que no admite más polémica desde la irrupción de los "alienistas" en los juzgados desde el XIX y las controversias y estudios sobre "crimen y locura",etc.Otra cuestión es si la EMT debe ser considerada una patología con implicaciones forenses:yo creo que si es una entidad nosológica válida para la psicología,debe serlo también para el derecho.Amové:la justicia ha de conseguir el imperio de la ley,es decir,que sea restituido todo aquello que es eliminado por la violación de la misma.Esto ha de conseguirlo atribuyéndole esa tarea restitutoria al que delinque,o sea,al que priva de su(s) derecho(s) a otro(s)(si la ley es "justa" o no,no es competencia de la justicia:ella ha de preservar la legalidad,el cumplimiento de las leyes).Para que esa atribución sea aceptable ha de demostrar que el delincuente lo es,y esto exige demostrar su "responsabilidad".Dice la RAE que responsabilidad es "capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente".Si la psicología define la EMT como tu decías,no hay acto realizado libremente por el sujeto que sufre el transtorno,luego no hay responsabilidad,luego no tenemos delincuente "demostrado"(no procede imputación alguna),luego no cabe atribuirle restitución alguna,tan sólo exigirle a los encargados de garantizar el derecho a la salud(psicólogos en este caso)que curen al individuo y lo devuelvan a la vida social como hombre libre(responsable y candidato a delincuente).
Otro asunto sería el de si un individuo que sufre una determinada patología,deja alguna vez de ser libre y responsable de sus actos :asunto peliagudo donde los haya.
Besos,Nerea

Anónimo dijo...

Una posible explicación que parece tan "paranoica" (en el sentido coloquial) como lógica es ésta que escribe Balduccio en "Los Trabajos Prácticos" (me refiero al último apartado del texto, aunque es por entero jugosísimo).

En cuanto al punto de vista de la víctima, lo que me ha tocado observar, es que prefiere confiar en un "acuerdo" con el delincuente, porque comprueba que no obtendrá otra protección contra él, y puede ponerse en mayor peligro.

Ya no sé, si viene a cuento lo que digo. No deberías permitir el posteo a estas horas en tu blog; ¡al menos a mí! ;P

Anónimo dijo...

Anónimo dijo...

Voy a hacer de abogado del diablo: los sentimientos subjetivos de la víctima no permitirían imponer una pena proporcionada con el delito. El fiscal representa la defensa del bien público y trata de restituirlo y defenderlo, y ha de la acusación sin estar movido por el rencor personal de la víctima.
Respecto a la enajenación mental transitoria, propones una reflexión haciendo trampa porque consideras "objetable" la inimputabilidad, y sin embargo, el ser humano posee un cerebro que depende de procesos metabólicos ajenos a la voluntad individual para funcionar correctamente. Si, por ejemplo, los riñones no funcionan bien, puede haber una intoxicación de urea que lleve a actuar fuera de los parámetros morales del individuo, y se explicará como "impulso súbito incontrolable" sin poder determinar la causa. Y una emoción violenta puede desencadenar descargas hormonales que incapacitan el raciocinio. Todo está interrelacionado y sería bueno aceptar que el ser humano es una "máquina" defectuosa.

Anónimo dijo...

ha de ejercer la acusación sin estar movido por el rencor personal de la víctima.
Perdonad: me había comido una palabra en esa frase.

Nere dijo...

Empiezo:

Adolfo: Espero no haber dado la impresión de estar en contra de la participación del psicólogo en la justicia, de hecho estoy muy a favor [cosa que los psiquiatras no comparten conmigo ;)]Por otro lado, tienes toda la razón, el sistema judicial no es quien decide sobre lo que es o no punible, él se limita a aplicar una pena a un acto que ya ha sido previamente clasificado como ilícito. Sigo, realmente no sé si la EMT es un concepto válido para la psicología, porque no conozco ningún caso real en el que un paciente haya acudido a consulta psicológica por dicho trastrono (creo que el principal manual diagnóstico que utilizamos los psicólogos, el DSM, no recoge dicha alteración). Lo que me llama la atención es precisamente este hecho, creo que muchos abusan de EMT para librarse del castigo, por las razones que, tan bien, has explicado :) ¿Puede llegar a haber un inidviduo con una patología que tenga abolida su "libertad" y, por tanto no se le deba hacer responsable de sus actos? Es un tema complicado, desde luego, pero voy a decir que sí. Si a alguien le parece abrimos otro debate al respecto. Un gran beso.

Herm: Muy bueno ese último párrafo, podría conectarse con un documental sobre armas en EEUU que echaron hace un par de años en televisión. Según el documental la razón de la proliferación de las armas en norteamérica se debe (principalmente) al estado de miedo continuo en el que vive la población. Si me hago con la presentación os la pasaré, merece la pena. Por cierto puedes seguir posteando a esas horas, vas bien ;)

Tau: No sé que pretendías escrbir, pero no nos dejes con la duda, por favor :)

Gato: Amiga tu reflexión me viene estupendamente para defender el trabajo sobre las víctimas que tengo que presentar en clase. Es cierto, no podemos dejar que la víctima desde "su condición" influya en la sentencia. Totalmente de acuerdo, ellas sólo reivindican información, no más particpación , pero quizás no lo expresé así. Dices que hago trampas al proponer que la inimputabilidad es "objetable", ¿lo he entendido bien? Yo creo que si es objetable, es decir, se puede objetar, o lo que es lo mismo se puede argumentar en contra de ella según qué circunstancias. Pero no sé si ibas por ahí. Creo que no lo he entendido bien. Antes de seguir voy a esperar a que me lo aclares.
Un beso

Anónimo dijo...

Planteo que te has saltado el protocolo cuando se abre un debate al tomar claramente el partido de los que consideran que hay "mucha gente" que se acoge a demencia transitoria para no ser castigado, pero no ofreces la opinión de los que opinan que hay demasiada poca gente a la que no se le tiene en cuenta a la hora de condenarlos. En un juicio te habría llamado la atención el Tribunal porque con tu pregunta sugieres la respuesta que esperas y "contaminas" al declarante.
Vamos a suponer que en la consulta no se presente ningún caso de EMT y no esté registrado en el manual de diagnóstico. ¿Eso significaría que no existe, que sólo llega a los tribunales o que no se ha actualizado el vademecum?
Yo sé que por un lumbago me dieron Myolastan y Diatolán y al día siguiente tuve que escuchar horrorizada, porque no me acordaba de nada, que había venido una amiga y habíamos estado hablando hasta las dos de la mañana. Me provocó una amnesia total, y sin embargo no he ido al psicólogo, y habría sido dificil poder demostrar que no recordaba nada si me hubiera visto mezclada como testigo en un hecho delictivo o se me acusara de un delito. Eso es un estado de amencia transitoria inducido por la medicación: existe.
Ningún tribunal me habría creído porque esos medicamentos no tienen ese efecto habitualmente en todas las personas.
Ahora me he extendido demasiado, lo siento.

Nere dijo...

Amiga, no hay límites en este blog, así que tienes permiso para extenderte lo que quieras.

Ahora creo que me queda más clara tu queja, no pretendo ignorar que existe EMT y no quiero restarle importancia a este hecho, y por supuesto no voy a ser yo quien aparte los problemas psicológicos de ningún ámbito de la vida diaria. Sólo planteaba una cuestión que por lo visto se está convirtiendo en una problemática costumbre.
Sí es cierto que cuando escribo lo hago desde mis planteamientos por eso cometo la torpeza de sesgar la información al presentarla (espero que no en el contenido), pero precisamente para eso estáis vosotros aquí, me podéis corregir y aconsejar y siempre lo agradeceré.

Opino que los psicólogos y psiquiatras forenses (si se me permite fundamentalmente los primeros) deberían tener mayor parcipación en el proceso judicial, creo que en muchos casos sus peritajes permitirían resoluciones más justas, y propondrían métodos terapeúticos más acertados. Actualmente la realidad es que su papel en este área está extremadamente restringido.

Un BESO :)

Anónimo dijo...

Acabo de participar como psicólogo en un juicio y sigo estando hecho un lío con el tema. Creo que el embrollo viene de que no sabemos para qué sirve la justicia: ¿para castigar o para prevenir el futuro delito?. Si su función es la primera, la responsabilidad real es muy importante y en ese caso la demencia transitoria es sospechosa de servir a muchos para escaquearse. Pero si buscamos que la persona no lo vuelva a hacer (rehabilitación) entonces las causas son muy importantes y la definición de demencia transitoria es más útil que perjudicial.
Por cierto, no sé si te sirve de algo pero el Myers (el de "Psicología", no el de "Psicología Social") hace un análisis del tema que a mí me encanta (pág. 408). Bueno, es que a mí me encanta todo el Myers...

Anónimo dijo...

Me engancho tarde a este debate, y además un poco insegura porque carezco de ninguna experiencia personal. Pero si de algo sirve mi visión desde fuera creo que resulta difícil encontrar la justicia “justa” máxime cuando a menudo hay al menos dos verdades válidas en un problema . Sin embargo, la mayoría de las carencias legales de nuestro sistema de justicia creo que proceden del excesivo celo que se observa con respecto a los derechos del acusado, en detrimento de los de la víctima. Esto incluye el caso de la demencia transitoria, que una vez que se aplica convierte al agresor en un enfermo.

Anónimo dijo...

El problema radica en que el psicólogo y el psiquiatra tienen la función de elaborar un diagnóstico y tratar al cliente para que éste supere sus problemas mentales. Yo me planteo si deontológicamente el psicólogo puede informar de lo que ha sabido en su relación privilegiada con el presunto delincuente siendo contratado por el Tribunal, por la acusación particular o por el acusado.
Y hasta qué punto el perito que testifica sobre la patología que describe tendrá responsabilidad civil si se equivoca en su diagnóstico.
Todo esto está pesando a la hora de dar valor decisorio al peritaje de los psicólogos.
Gracias, Nerea por tu apertura de criterio.

Nere dijo...

Luis, estoy de acuerdo contigo, al parecer la justicia pretende rehabilitar, reeducar y reinsertar, pero pocas veces cumple sus cometidos (las medidas con las que cuenta, o mejor dicho, de las que hace uso, son escasas y desde mi punto de vista inapropiadas). Pero sí es importante la labor del psicólogo en el camino de lograr dicho objetivo, ya que es quien puede determinar los tratamientos adecuados para personas que realmente van a ser reinsertadas. La incongruencia (una nueva), está en el escaso valor que tiene nuestro informe ante el juez o el jurado (cuando se nos pide), podrá ser tomado en cuenta o no, pero desde luego no es "vinculante" (me recuerda al asunto del referendum...)
Por lo que he podido leer en tus blogs, y los comentarios y la experiencia que tienes estoy segura de que lo habrás hecho bien. Un beso

Tau la postura que planteas es la que defiende precisamente la victimología. Desde su punto de vista el proceso está tan centrado en el sujeto que delinque que, automáticamente es él quien pasa a ser considerado una víctima de la sociedad. Las medidas preventivas, el tratamiento, todo se hace pensando en el "bienestar social" pero sin que ello suponga un detrimento en el bienestar del acusado. Me explico, no significa que ir a la cárcel no merme la calidad de vida de cualquiera, pero esto "supestamente" se hace pensando en un futuro mejor para el acusado (recordemos aquello de "reeducar"), se convierte en el centro del proceso y si tiene problemas psicológicos con mucha suerte, habrá un psicólogo como Luis que se encargue de evaluarlo y velar por su recuperación. En cambio (y continuo defendiendo la postura de las víctimas, que no la mía), durante el proceso nadie se preocupará por las posibles secuelas que le queden a la víctima, por prestarle apoyo, posibles vías de recuperación, etc. Supongo que no pretenderán que este papel lo desempeñe también el sistema judicial, pero al menos podría derivar a la víctima a un profesional (estimo que no pueden pedir mucho más en este sentido). Todavía me queda mucho por aprender de este tema (^_^)

Gato, "de ná", gracias a ti por matizarlo ;)

Anónimo dijo...

La prisión siempre se podría concebir como un medio de practicar una venganza lenta y demoledora mentalmente para los aprisionados, quizá fuera una buena forma de que el sistema penitenciario fuera útil para la sociedad, eliminando a los que no han sabido seguir sus normas. Pero ya que la humanidad trata de hacer las cosas bien, parece más lógico ir para el lado contrario, de modo que la prisión habría de servir para ofrecer una vida distinta y que durante la estancia con privación de libertad, el preso viera que su vida podría ser mejor si aprende lo suficiente.

A mí esa es la idea que me gusta. Si a un tipo lo metes en una mierda de sitio y es consciente de que cuando salga su vida va a ser idéntica o como incluso peor, pues a ver, qué incentivo puede tener para amoldarse a un sistema que lo está jodiendo.

Con la EMT tenemos lo mismo. Si alguien es incapaz de controlarse lo mejor para la sociedad es que se le asista psicológicamente y tenga la concepción de que lográndolo su vida va a mejorar.

Eso sería intentar hacer las cosas bien. Después hay otra serie de factores que hacen la tarea sumamente difícil, como por ejemplo la falta de medios o el desinterés de los participantes en las tareas de rehabilitación. Aparte de los que pretenden aprovecharse del sistema a los que ójala se les pudiera descubrir eficazmente. Pero pese a los inconvenientes habría que intentar que la humanidad se supere a sí misma logrando lo mejor, lo ideal, lo utópico...

Anónimo dijo...

"nuestras expectativas acerca de la eficacia de este sistema judicial son bastante bajas, y mejor que no nos hagamos ilusiones porque después nos hacen responsables de nuestra insatisfacción por haber esperado demasiado de ellos..."

Las expectativas sobre cualquier actividad desarrollada por humanos deberían de ser de base muy bajas. Quién es el loco que confía en que un grupo de humanos sepa hacer bien algo: nos movemos por demasiados intereses individuales como para poder actuar con eficiencia, esto es lo que se dice, un auténtico caos. Pero volviendo a lo que dije antes, para que no parezca que me contradigo, es mejor intentarlo que asumir que somos unos cenutrios, ¿no?

Respecto a lo de hacer responsable al defraudado, esa táctica se está volviendo muy común.

Anónimo dijo...

Si no fuera porque leí el demoledor informe anual de Amnistía Internacional sobre violaciónes de Derechos Humanos en España, podría creer lo que todo el mundo que no ha estado en la carcel dice sobre los miramientos y atenciones que hay con los delincuentes.
Nadie quiere reconocer que el negocio de la droga y las jeringuillas a precio de oro lo mueven funcionarios dentro de las cárceles. Y nadie quiere reconocer que tenemos la cuarta parte de la población reclusa con enfermedades letales como SIDA, Hepatitis y Tuberculosis a los que no se les facilita tratamiento ni diagnóstico. Y nadie quiere reconocer que si el sistema fuera tan benévolo como se empeñan en decir, no tendríamos más reclusos comparativamente que en los peores tiempos de la Dictadura.
¿A quién le interesa crear la sensación de que la policía detiene y los jueces los sueltan? Justamente a los policías que no se molestan en realizar una investigación rigurosa y no presentan pruebas para la acusación, y que les gustaría que el simple hecho de que ellos lo digan baste para encarcelar a una persona.
Es un inciso que creo necesario porque lo que sesga desde el principio este tema es que se da por hecho que hay muchos culpables que se escapan, y sin embargo, mi experiencia es que hay muchos inocentes que no pueden demostrar su inocencia. Cuando debería ser la acusación quien llevara la carga de la prueba -teoricamente- y no ocurre así.

carmel hassan dijo...

Pues fíjate que yo me acabo de leer el post y los 17 comentarios y concluyo (por el momento) con la idea que surge ( o que entiendo) del anterior comentario:
Es cuestión de dinero.
La justiscia de este país es rehinsertiva, se supone, existe un proceso de re-educación para los acusados, pero no se invierte un duro en él, así que se les deja libres a la espera de que la sociedad consiga devolverlos al camino recto.
Pero si os fijáis, en general la gente no considera que las afecciones psicológicas deban ser atendidas con la misma consideración que una caries o una limpieza facial.
No podemos esperar nada más de un sistema judicial que declara a un acusado inocente por EMT y al psicólogo le sigue la corriente, como a los locos.

Nere dijo...

Antonio, también a mí me gusta lo que planteas, la prisión como lugar real de reeducación. El tema es muy complejo, porque tal y como mencionas, no podemos educar en un medio que nada tiene que ver con la realidad del preso. Después de la prisión estas personas regresan al mismo medio que los llevó hasta ella, de modo que el tratamiento también debería pasar por una modificación del entorno más inmediato de estas personas (complicadísimo tal y como están las cosas)

Gato No conocía esos datos de Amnistía... Sin desperdicio

ReinaMora Ya te echaba de menos por aquí ;) Gracias por tu denuncia, ojalá más personas ajenas al mundo de la psicología reivindicasen como lo haces tú.

Saludos

infopoeta dijo...

He llegado aquí a través de un comentario tuyo en el blog de ReinaMora, y la verdad que he quedado gratamente sorprendido tanto del post como de la profundidad y elaboración del debate que está teniendo lugar en los comentarios.

Pienso que todos los puntos que se han tocado tienen su porción de verdad y contribuyen a dar una visión más completa del tema. Por otro lado, voy a intentar aportar también mi granito de arena y aunque no soy psicólogo, sí que he leído algunas cosas de ese campo y del funcionamiento cerebral, la gestión de las emociones, etc. Recuerdo también un documental en el que hablaban de personas que sufrían ataques de ira, que supongo que tampoco estará muy lejos de lo que es la EMT, y explicaban un poco de su tratamiento, como habían mejorado y demás. Desde el punto de vista cerebral, y disculpadme si cometo algún error, el "problema" era que en un primer momento las emociones pasan por la amígdala, que es una de las partes más primitivas del cerebro, y normalmente el procesamiento no se limita a ella, sino que continúa a otras zonas del cerebro y en particular a los lóbulos frontales, donde ya tienen lugar procesamientos más racionales. Sin embargo, en algunos casos se puede producir un "secuestro" por parte de la amígdala, de forma que el procesamiento no llega a las funciones cerebrales superiores y se produce una respuesta primaria. Por lo que ponían en el documental, evitar que se produzca este tipo de pensamiento es educable, así que quizás el problema de que haya tantas EMT (reales o no) sea que falta educar más desde la infancia en el control de las emociones.

Nere dijo...

Buenas info, bienvenido y gracias por la parte que me corresponde (^_^)

Lo que mencionas del documental pudiera tener algo que ver con la EMT, pero en principio la ira está controlada por procesos diferentes. La amígadala es una estructura fundamental en el control de las emociones, y es cierto que de alguna forma decimos que hay dos vías de activación del sistema ante una situación que requiere una respuesta emocional: una más directa y rápida (digamos que no consciente) y otra más lenta y "elaborada", aquella que implica la activación del lóbulo frontal. La vía rápida puede acarrearnos muchos problemas, pero ante algunas situaciones es vital para nuestra supervivencia. Por ejemplo, sería la responsable de que en medio de la sabana, solos, al ver algo que parece un león salgamos corriendo sin interarsarnos en afinar más a cerca de la descripción del "bicho".
La EMT, en principio no parece tanto una cuestión de impulsos emocionales sino de "ausencia" de control cognitivo. A ver si me explico bien, la corteza prefrontal "lleva" el control ejecutivo de nuestra conducta, es la principal responsable de la organización de la información, nos permite seleccionar la mejor de entre varias opciones, categorizar, evaluar una situación nueva, etc. Al describir la EMT como un episodio en el que el sujeto permanece privado de su capacidad intelectiva y volita, y por tanto no es responsable de sus actos, parece más bien que hay un problema con el control que normalmente ejerce esta región frontal. Para algunos autores el Trastorno MentalTransitorio, obnubila la conciencia, es una reacción vivencial anormal, esto seguramente tiene que ver con las emociones, quizás esta reacción desmesurada ante la causa externa se haya iniciado con una emoción, pero no desde ella (no se considera que la emoción sea la causa), se trata de algo más complejo, tanto que enajenación se ha utilizado, por muchos y desde hace bastante tiempo, como sinónimo de demencia o incluso de locura.

Anónimo dijo...

Como he descubierto hace poco el mundo "bloggero" y en especial este "blog" siento "incordiar" en estas discusiones que ya están cerradas. :) El caso es que he estado leyendo este post acerca de la enajenación y me ha asaltado una duda desde mi poca formación en psicologia.

Qué grado de fiabilidad tiene una prueba para detectar una EMT? Se puede determinar al 100% si una persona padece de este transtorno?

Suponiendo que mi interpretación sea correcta, entiendo que una EMT es un estado que como su nombre indica es transitorio y que por tanto desaparece en el tiempo. Como se puede determinar a posteriori que una persona a padecido un estado de Enajenación Mental Transitoria cuando ha producido un crimen?

Hay quedan mis pensamientos, seguiré investigando por mi cuenta a ver si doy con la solución.

Me estoy empezando a enganchar a este blog....y eso es malo pq empiezo a desatender el curro, jejeje...

Un saludo

Nere dijo...

jjjjjjjj (^_^), me alegro que te estés enganchando, aunque espero no acarrear consecuencias negativas en tu empleo...

Kaft, voy por mis apuntes y de aquí a nada te doy una respuesta más fiable. ;)

Saludos